Lo que mis padres consideran "Un puente tranquilo"

Antes de nada una definición traída desde la RAE:
-Tranquilo: Quieto, sosegado, pacífico. Que se toma las cosas con tiempo.
Hecha esta pequeña aclaración, ahora empezamos.

El título lo dice todo: hoy quería escribir un prólogo precioso, ponerme a estudiar (¿adivináis qué? ¡Sociales otra vez! Debe de ser la asignatura más nombrada en este blog), decidir qué recomendar en el Lecturas en la Red que toca y... En definitiva, hacer todas esas cosas que no he podido hacer hasta ahora; pero mis padres, han decidido que no, que hoy íbamos a hacer lo supuestamente normal en un puente que tenía que ser "tranquilo".

Me levanto yo tan happymente (¡spanglish al poder!) a las once y pico de la mañana (qué bien se siente una cuando duerme ^^), disfrutando de mis felices y cortas vacaciones, y me voy al salón, donde mis padres ya están desayunando. Me tumbo en el sofá que queda libre, y me pongo a ver la tele (más bien lo bien que zappea mi familia) medio dormida. Entonces llega la temida frase:
"Dillaardi (no, obviamente en realidad no dicen Dillaardi), a las doce y cuarto tienes que estar lista que hemos quedado para ir a ver un museo de arte moderno (que se traduce en un piso lleno de lienzos cuadrados con rayas y puntos) a Madrid."
Es en ese momento es cuando yo me despierto por completo, y con los ojos como platos pregunto:
¿QUÉEEEEE?
Total, que después de desayunar, ducharme y arreglarme (en el tiempo récord de... ¡45 minutos!) cogemos el coche, nos tragamos el típico atasco de tres cuartos de hora que hay para ir a una ciudad a quince-veinte kilométros (búsqueda de sitio para aparcar no incluida), comemos (extraño comer tres horas después de haber desayunado) vemos la exposición de rayas, puntos, seres amorfos y toros sin cuerpo arte moderno durante casi toda la tarde, perdemos media hora dando vueltas (no se sabe muy bien el por qué), merendamos a eso de las siete y, en la cafetería con más gente de todo Madrid (queridos dueños de San Ginés, que os renta contratar a UNA persona más), otra hora para llegar a donde está aparcado el coche, típico atasco de treinta minutos para llegar a un pueblo que está a quince-veinte kilómetros, y como a las ocho y media, me pongo por primera vez en todo el día con el ordenador. Un perfecto inicio de "puente tranquilo".

¿Y con esto que quiero decir? Pues que no he escrito nada. N-A-D-A.  Así que prometo que mañana publicaré (porque espero que mañana, como mi padre trabaja sí sea un día que acepte la definición de la RAE para "tranquilo") el tercer Lecturas en la Red, continuaré con el más que atrasado prólogo y haré cosillas por aquí :).

Sintiendo mucho la tardanza de las entradas, os dedico desde aquí un muy feliz puente ^^.
¡Un beso!

PD: Si consigo evadirme de la cena (tomarse un chocolate con nata y churros de "merienda tardía" te deja sin mucha hambre), os pondré ahora uno de mis relatos de Halloween, que inexplicablemente quedó finalista de su categoría en el Monstruoso Concurso de los Monstruos de Potterfics (ya que, aparte de la cantidad de buenos participantes que había, el otro que escribí yo, era, en mi opinión, bastante mejor).