sábado, 9 de junio de 2012

Microrrelato: Perdóname

Sé que dije que no iba a publicar en un tiempo, pero esque ayer vi una cosa súper bonita y súper romántica, al más puro estilo Blue Jeans, me empecé a montar mis historias en la cabeza... y se me ocurrió esto. Esque, de verdad me ha parecido (y por lo visto a mi profe de mates también)...wow.
¿Que qué es? Pues, bueno... tendréis que leer mi nuevo relatillo (no está muy currado porque lo he escrito muy rápido para poder tenerlo preparado hoy). Como siempre, espero que os guste :)



Perdóname
Hacía tres años que Laura y Oliver se conocieron, y tres años eran lo que se llevaban entre ellos, por lo que no habían coincidido en ningún curso, ni siquiera en algún recreo (los mayores salían algo más tarde), a pesar de ir al mismo colegio. De hecho, la primera vez que se vieron fue por una coincidencia: Oliver era el guitarrista de la pequeña banda que el hermano de Laura, Álex, había formado. Podría decirse, que, al encontrarse en la cocina, hubo una conexión especial, ese tipo de cosas, de flechazos, que solo suceden en los libros. A pesar de que la banda no llegó a ninguna parte, un año más tarde, con quince ella y dieciocho él, estaban saliendo.
Y la verdad, es que hacían una pareja estupenda, simplemente perfecta, aunque a simple vista la gente no lo creyera. Oliver, un chico alto y desgarbado, de pelo suficientemente largo como para que le tapase la frente, con una voz grave, y que a primeras podía parecer duro. Laura, por el contrario, era pequeña, y con una discreta (aunque preciosa) cabellera avellana, que parecía querer ayudar a su imagen introvertida. Sin embargo, no había más que ver cómo se cruzaban los ojos tan dulces y marrones como la nutella de él, con los verde cristalino de ella, para convencerse de su mutuo amor. O ver cómo lo demostraban.
Poco después, los padres de Laura se separaron, lo cual hizo sufrir mucho a la joven. Pasaba muchas tardes llorando en su cuarto, sobretodo cuando ambos progenitores se encontraban y las discusiones se convertían en el telón de fondo de la casa. Todo esto, no tardó en saberlo Oliver, que más de un día fue a hablar con ella.
-Ya lo sé Oliver
-No, Laura, hazme caso, de verdad entiéndelo. No merece la pena que pierdas tu preciosa sonrisa por algo que no puedes controlar.
Eso consiguió que la chica esbozara una tímida sonrisa
-¿Lo ves? - insistió ante ello el joven
-Sí, lo veo cariño. Pero... no lo puedo evitar. Es decir, esque... echo de menos que al levantarme por las mañanas...  no sé, odio que estén demasiado enfadados como para prestarme ni un poco de atención... Echo de menos un "buenos días princesa" al levantarme por la mañana, o un "te quiero princesa" al llegar al colegio. Y en el fondo... ¡Dios! - dijo tumbándose en la cama y poniéndose una almohada en la cara - Estoy siendo una egoísta porque ellos también lo están pasando mal,y no lo quiero ver.
-Oh, vamos Laura, no pienses así, no es verdad. - respondió Oliver, intentando darle ánimos, aunque a su novia no le costó averiguar que en ese momento estaba pensando en otra cosa.
-¿Te pasa algo? - preguntó un tanto intranquila
-¿Eh? Ah, no, no te preocupes. Oye guapa, me tengo que marchar. Te veo mañana, ¿vale? - se despidió con un corto beso en los labios - Te quiero
-Y yo - respondió ella. Y en cuanto salió por la puerta, se puso a sollozar, pensando que le había aburrido. Sin embargo, al día siguiente descubriría la verdad.
Enfrente del colegio de Laura, había un parque que por las tardes se llenaba de todos los niños, tanto de las urbanizaciones cercanas como de los pequeños del centro. El parque constaba de una enorme estructura con dos toboganes, barras para colgarse y túneles; un par de balancines, y completamente paralelo a la puerta, unos columpios y la espalda del único banco.
Desde el divorcio de sus padres, a la chica le gustaba mirarlos antes de entrar, recordando cuando aún jugaba en ellos. Así pues, como todas las mañanas, giró la cabeza antes de entrar tras la vallas del colegio. Y no pudo creer lo que vio.
En la barra del columpio, escrito con spray blanco, destacaban sobre la madera las palabras: "Te quiero princesa", mientras que en el respaldo del banco torcido, un "Buenos días princesa" la saludaba. Así que eso era en lo que estaba pensado su chico, su adorable chico que lo daría todo por ella. Sin poder evitarlo, corrió hacia el parque y pudo ver, escrito en letras minúsculas letras con un rotulador negro el nombre de él: Oliver. Los ojos se le inundaron de lágrimas y no volvió a perder la sonrisa en todo el día.
Porque Laura quería a Oliver, y Oliver amaba a Laura más que nada en el mundo.

Sin embargo, ayer discutieron. Hacía ya algo menos de dos años de que el chico escribiese esas palabras con spray en los columpios. Ahora, ella tenía diecisiete, y él, veinte.
La pelea de la noche anterior acabó en gritos y en que Laura echara de su casa a Oliver. Después, lloró y lloró, más de lo que había llorado por la separación de sus padres, porque en su corazón, odio y amor debatían sin pausa sobre quién era más fuerte, hasta que al final, se durmió agotada.
Esta mañana se ha levantado con la almohada húmeda y la cara roja. Se ha vestido y ha andado hasta el colegio. Y aunque se ha regañado mil veces, ha vuelto a mirar a el parque de enfrente, porque a pesar de todo, sigue necesitando ese buenos días para aguantar de pie hasta que vuelva a su casa. Pero no lo ha visto.
Porque, en la barra de los columpios, alguien ha pegado unos papeles, uno detrás del otro sin dejar hueco,  y en cada uno de ellos, una o dos letras que formaban una frase: TE AMO PRINCESA. Y en el banco donde se encontraban sus buenos días, ha hecho lo mismo con nueve folios en blanco y una letra de color negro en cada uno: PERDÓNAME.
Ha pasado todas las clases del día pensado en ello, hasta llegar a la hora de mates. Allí, su profesor, un hombre que llevaba dando clase desde que el colegio se abrió hace unos treinta años, pero que seguía con la misma jovialidad del primer día, ha pedido que si alguien conocía a quien fuese que hubiese hecho aquello, que le felicitara y le apoyara para que siguiera así, porque faltaba gente con tanto valor. Y eso ha hecho Laura.
Por la tarde, ha ido a casa de Oliver. Este le ha abierto la puerta
-¿Has visto mi mensaje? - ha preguntado él - Necesitaba que lo supieras.
-Sí. Por cierto, enhorabuena de parte de mi profe de mates. Dice que sigas así, que hacen falta chicos como tú. - ha respondido ella, seria.
-¿Y tú? - Oliver ha arqueado una ceja
-Yo coincido con él, y también te doy la enhorabuena
-¿Por qué?
Entonces ella ha sonreído
-Porque príncipe azul, has recuperado a tu princesa - y lanzándose a sus brazos, se han besado. Un beso de amor, del de verdad, del que falta en este mundo. Un beso de perdón que nunca olvidarán, ni el príncipe azul, ni su princesa.

FIN

El parque de esta historia existe de verdad, y también es real que está enfrente de mi colegio. Desde hace no me acuerdo cuánto, lleva escrito en la barra del columpio "T kiero princesa", y en el respaldo del banco "Buenos días princesa". Bueno, pues ayer cuando llegaba a clase, vi que encima de la barra del columpio habían puesto unos folios todo pegado con muchísimo celo para que no se soltase "TE AMO PRINCESA" y en el banco (destacaba muchísimo porque es todo de madera oscura): PERDÓNAME. Fuimos a clase de mates y el profesor nos dijo lo que en esta historia le dice a Laura. A mí también me pareció precioso, así que sentí la necesidad de escribir esto para hacerle honor a quienquiera que lo pusiera.
Y a vosotros, ¿qué os ha parecido? A mí desde luego, si me lo llegan a contar, habría pensado que se lo han sacado de algún libro de Blue Jeans (autor de Canciones para Paula).
¡Hasta la próxima! :)

6 comentarios :

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Respuestas
    1. Otra cosa! K se escribe "stories" mi querido analfabetillo de prima americana :b

      Eliminar
  3. Manu majo, si vas a comentar hazlo desde tu cuenta ;) k ahora parece que me elogio a mi misma jajajajajs

    ResponderEliminar
  4. Me encanta!
    POr cierto Dillaardi Tu fuiste la primera en comentar en mi bloog! Hace tiempo que no he visitado el tuyo a causa de que he tenido mogollones de examenes por si te interesa seguir te mando el link de mi blog un besooo!
    macherieladyartiste.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Es verdad! Jajaja me alegro de que te guste, me hace mucha ilusión ^^
      Yo intento seguir leyendo tu blog también, pero tengo mucho lío, estoy fuera sin internet bastante a menudo etc...
      Pues eso, que estoy muy feliz, en cuanto pueda te afilio ;)

      Eliminar